Requerimientos nutricionales de los conejos
A pesar de que, por decirlo de alguna manera, a diferencia de otros animales, los conejos procesan el alimento tanto en el estómago como en el intestino grueso, donde las heces blandas son recubiertas de una mucosidad para ser ingeridas en la noche con la boca y directamente desde su ano. Proceso que se denomina como coprofagia y da como resultado una reutilización de nutrientes. Estos son bastante exigentes en términos nutricionales, pero dándoles una alimentación balanceada responden con muy buen rendimiento.
Aparte de los forrajes, los conejos demandan suplementos minerales, especialmente de sodio y cloro. Los otros, como el calcio, el fósforo, el potasio y demás, están presentes en la alimentación cotidiana. En su sistema digestivo necesitan que son vitaminas A, E y K.
Aunque el conejo por naturaleza sintetiza varias vitaminas, la deficiencia de algunas provoca trastornos nerviosos, infertilidad, abortos o hemorragias frecuentes. El suministro excesivo de éstas puede producir intoxicación o que el busque ingerir su propio pelo. Cuando en el alimento y deficiencia de grasas conocidas también como lípidos, los animales experimentan problemas cutáneos, cuando hay excesos, además de no ser palatal en la comida hay descensos en la productividad. Las necesidades energéticas, por su parte, están determinadas por el clima, curiosamente, en verano los conejos demandan menos carbohidratos. Estos están presentes en los cereales, forrajes, azúcares, tubérculos y gramíneas.
A pesar de ser herbívoros y en comparación con otros animales como los cerdos. Los conejos no asimilan muy bien la fibra debido a la presencia de celulosa. Sin embargo, el no proveerles diariamente como mínimo un 15% de fibra cruda podría afectar la salud por la aparición de diarreas. Al suministrar los forrajes, tenga en cuenta que los conejos no resisten mucho la humedad. Así, los pastos cortados en la mañana se suministran en la tarde, incrementando además el contenido de materia seca. Fijarlos forrajes en la altura y no ponerlos dentro del piso de la jaula, de esta manera se impide la contaminación por pisoteo y la aparición de enfermedades intestinales como la coccidiosis.
El suministro de aminoácidos y proteínas debe también ser regulado para no alterar el apetito y desarrollo del animal. Son su principal fuente los forrajes, como la alfalfa, el trébol, la soya, la remolacha y la zanahoria. Se recomienda que la alimentación en general sea dosificada como mínima dos veces por día.
Aunque no es un elemento
nutritivo, el consumo de agua debe ser el doble de la materia seca consumida.
De su suministro depende que los conejos no presenten mortalidad, abandono de
las crías, trastornos alimenticios o incluso canibalismo. El líquido, además de
facilitarles el proceso digestivo, les regula la temperatura corporal, ya que
su cuerpo está compuesto por un 65% de agua.